- 50 gr. de manteca
- 50 gr. de harina
- 3/4 litro de leche entera
- Sal
- Pimienta blanca
- Nuez moscada
Preparación:
Escoge una cacerola o una sartén que sea antiadherente para evitar que se pegue la bechamel. Pon la mantequilla en el recipiente que hayas escogido y déjalo derretir a fuego suave, a continuación añade la harina y deja que vaya cogiendo un color más oscuro, que se vaya dorando pero sin dejar de remover.
En cuanto esté, añade la leche poco a poco, continúa removiendo hasta que absorba la que has vertido y a continuación, echa otro poco. Este proceso lo mantendremos hasta que se termine la leche, es una forma de evitar que se formen grumos y al trabajar más la bechamel quedará mucho más rica.
A esta crema añádele un poco de sal y nuez moscada, también puedes echarle pimienta blanca si es de tu gusto. Continúa trabajando la bechamel hasta que consigas tener la consistencia que deseas.
Trucos para una bechamel perfecta
Importantísimo a la hora de hacer una bechamel, ten en cuenta que es la base de muchos platos como pueden ser unas croquetas, cuanto más trabajes la bechamel más rica será por lo que tómate tu tiempo para hacerla, sólo tienes que comparar los sabores, hay una diferencia asombrosa porque la harina y la leche se unen realmente, si lo quitas antes de tiempo te puede saber a harina cruda, a leche o a un mixto que no tiene el sabor suficiente.
Como trabajamos tanto la bechamel, a veces puede ocurrirte que necesites más leche de la indicada en cualquier receta, sé previsor y tenla siempre a mano.
