Lavanda, conocida por sus características aromáticas y su belleza, es una planta que florece en verano. Sus flores, exquisitamente perfumadas, aportan un toque de frescura y calma a cualquier espacio.
Recomendaciones para el cuidado de la lavanda:
- Riego: Mantén el suelo ligeramente húmedo, evitando el encharcamiento.
- Exposición al sol: Coloca la planta en un lugar soleado para garantizar un crecimiento saludable.
- Poda: Realiza podas regulares para promover una mayor floración y mantener su forma.
- Drenaje: Asegúrate de que la maceta o el suelo tengan un buen drenaje para prevenir problemas de raíz.
- Suelo: Prefiere suelos ligeros y bien drenados. Evita los suelos pesados y arcillosos.