Una casa moderna de dos plantas con la planta baja blanca y la planta superior en gris grafito presenta una combinación de colores elegante y contemporánea. El blanco en la planta baja ofrece una base luminosa y limpia, ampliando visualmente el espacio y aportando una sensación de frescura y apertura.
La planta superior en gris grafito añade un contraste sofisticado y moderno, que destaca sobre el blanco y proporciona una apariencia elegante y refinada. Esta combinación de colores no solo acentúa la arquitectura de la casa, sino que también crea un equilibrio visual atractivo entre las dos plantas. El uso de estos tonos modernos contribuye a un diseño exterior que es tanto estilizado como atemporal.