Una sala de estar en gris y turquesa combina elegancia y frescura, creando un ambiente moderno y acogedor. El gris sirve como una base neutra y sofisticada, proporcionando un fondo versátil que resalta tanto la iluminación como los muebles. Por otro lado, el turquesa aporta un toque de vivacidad y energía, añadiendo un contraste vibrante que revitaliza el espacio.
Para lograr un diseño equilibrado, utiliza gris en las paredes y los muebles principales, como sofás y estanterías, para establecer una atmósfera serena y refinada. Incorpora accesorios turquesa, como cojines, alfombras o cortinas, para introducir color y dar vida al espacio. Este esquema de colores no solo ofrece un contraste visual atractivo, sino que también permite una integración fluida de tonos suaves y detalles más llamativos. Agrega elementos decorativos en tonos metálicos o neutros para complementar el diseño, y asegúrate de que la iluminación realce tanto el gris como el turquesa, creando una atmósfera elegante y acogedora en tu sala de estar.
