Una habitación para niñas en tonos gris, rosa y turquesa combina la elegancia con un toque moderno y juvenil. El color gris sirve como base neutra, aportando una sensación de calma y sofisticación, mientras que el rosa agrega dulzura y el turquesa brinda un toque de frescura y energía al espacio.
Para lograr un ambiente equilibrado, se pueden utilizar paredes grises con detalles en rosa pálido y accesorios turquesa, como cojines, cortinas o alfombras. Los muebles blancos o de madera clara complementan este esquema de colores, manteniendo la habitación luminoso y elegante. Esta combinación es perfecta para crear un espacio que sea tanto acogedor como moderno, ideal para niñas con un gusto refinado y creativo.