En un diseño donde la cocina, el comedor y la sala de estar están integrados a lo largo, los colores blanco y gris crean un espacio fluido y moderno. La cocina blanca proporciona una base luminosa y elegante, mientras que los accesorios y muebles en gris añaden profundidad y sofisticación al entorno.
La integración a lo largo de estos espacios facilita una circulación natural y fluida, haciendo que el espacio se sienta más amplio y confortable. Los muebles y decoraciones en blanco y gris no solo ofrecen un estilo contemporáneo, sino que también permiten una adaptación fácil a diferentes estilos de decoración. Este enfoque de concepto abierto hace de la casa un lugar acogedor y elegante para disfrutar de cada momento.