La fachada exterior de una casa moderna de estilo japonés se distingue por su elegancia minimalista y su armonía con la naturaleza. El diseño suele presentar líneas limpias y estructuras simples, que se combinan con materiales como la madera natural y piedra. Los techos suelen ser de inclinación baja, dando un toque sobrio y ordenado al conjunto.
Las ventanas grandes permiten una abundante entrada de luz natural, creando un ambiente luminoso y espacioso. El uso de tonos neutros y materiales orgánicos refuerza la conexión con el entorno. Los elementos decorativos, como las plantas o jardines zen, se integran para realzar la estética general, haciendo que la fachada sea un ejemplo perfecto de minimalismo japonés moderno.