La decoración de un playroom para niños debe ser alegre y funcional, creando un espacio que fomente la creatividad y el juego. Opta por colores vibrantes y diseños temáticos que capturen la imaginación de los pequeños, como murales de sus personajes favoritos o paredes interactivas.
Incorpora muebles versátiles como estantes bajos y mesas de actividades que permitan fácil acceso a juguetes y materiales. Las alfombras suaves y las pizarras son ideales para que los niños puedan dibujar y jugar en el suelo.
Agrega elementos como cortinas con estampados divertidos y luces acolchadas para hacer el espacio acogedor y seguro. Con estos detalles, el playroom se convertirá en un lugar donde los niños podrán explorar, aprender y divertirse.