Transformar un ático en una sala de estar rústica moderna es una excelente manera de aprovechar al máximo el espacio disponible. Pintar el área de blanco no solo amplía visualmente el espacio, sino que también aporta una sensación de luminosidad y pureza. Este color neutro sirve como un lienzo perfecto para acentuar elementos decorativos y muebles.
El tirante de madera reciclada en el techo añade un toque rústico y auténtico que contrasta maravillosamente con las paredes blancas. Este detalle no solo refuerza el carácter campestre de la sala, sino que también introduce una textura y calidez natural al ambiente. Combinado con muebles de estilo moderno y accesorios de diseño minimalista, el resultado es un espacio que equilibra elegancia y comodidad. Esta mezcla de elementos modernos y rústicos convierte el ático en una sala de estar acogedora y con personalidad.