Limpieza de espejos y cristales

El aspecto de las superficies de vidrio, sobre todo de las ventanas y también de los espejos denota el cuidado general que se hace del hogar, posee mucha importancia, dado que son zonas en las que se posa la vista varias veces al día. Conservar estos objetos limpios y sin marcas no es una tarea que requiera de complicados pasos, pero algunas técnicas pueden ayudar a hacer el aseo más fácil y que éste se mantenga por más tiempo.

En las ventanas lo primero que hay que hacer es barrer las partículas y materiales que pudieran estar adheridos al cristal; así, con un paño seco se procede a retirar restos de hojas, tierra, insectos y polvo. Una vez eliminados ya se puede llevar a cabo el paso siguiente que es la limpieza con agua y jabón, o preferiblemente detergente, que no deja restos grasos.

Una técnica muy usada consiste en hacer el lavado utilizando una solución de agua con vinagre blanco, a razón de una parte de vinagre por tres de agua. Esta mezcla puede aplicarse con un paño humedecido en ella o con un rociador sobre la superficie. Es una buena opción para impedir la adherencia de pelusas y polvo por más tiempo; igualmente siempre conviene realizar la limpieza de vidrios y espejos con una tela que no desprenda esas pequeñas hebras.

Sobre todo en los espejos es importante hacer un buen secado, pues la humedad puede favorecer la aparición de manchas oscuras. Otro aspecto relevante es evitar que queden vetas, para ello puede realizarse el secado con papel de periódico o similar, friccionando sobre el cristal. Si se opta por lavar con algún detergente (un chorrito en un balde con agua), después de enjuagar y secar se puede pasar un paño con alcohol (puede ser alcohol azul) que se volatiliza en pocos segundos.

  • Recordar que conviene limpiar primero los marcos y persianas, y luego los vidrios para que éstos no se ensucien al higienizar las demás piezas.
  • Para quitar las espuma del detergente se puede recurrir a los lampazos, que poseen en un lado esponja y del otro una lámina de goma que retira perfectamente el líquido
  • Para los espejos se recomienda el alcohol y luego un secado con papel absorbente.

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